25/11/13

GOLPE MILITAR

A Nigeria le fue concedida la independencia total en 1960, como una federación de tres regiones, cada una reteniendo un sustancial grado de autonomía. Entonces los igbos componían el 60 o 70% de la población del sudeste, los fulani el 65% de los del norte y los yorubas el 75% de los del suroeste. Las sospechas de fraudes en las elecciones anteriores, la crisis económica, las acusaciones de corrupción a importantes funcionarios y la creciente polarización política llevaron el 15 de enero de 1966 a un golpe militar por parte de los oficiales más jóvenes del ejército, en su mayoría igbos de mandos medios o bajos de tendencia izquierdista y dirigidos por el mayor Chukwuma Nzeogwu. Sin embargo, la mayoría del ejército permaneció fiel al gobierno y a su comandante en jefe, general Johnson Aguiyi-Ironsi, quien rápidamente encarceló a los golpistas, restableció el orden e instauró un régimen militar, convirtiéndose en jefe de Estado en reemplazo del presidente Nnamdi Azikiwe, que se encontraba en Londres recibiendo tratamiento médico. El general Aguiyi-Ironsi, un ibo de religión católica, conocido afectuosamente como “Johnny Ironside” desde su época de comandante en jefe de las fuerzas de las Naciones Unidas en la República del Congo, suspendió la constitución, disolvió todos los cuerpos legislativos, prohibió los partidos políticos, nombró gobernadores militares en todas las regiones y formó a un gobierno, integrado por un Consejo Supremo Militar y un Consejo Ejecutivo federal. Mientras tanto, creció el resentimiento en las regiones norte y oeste donde el golpe militar fue interpretado como una maniobra de los ibos para hacerse con el poder, esto iba especialmente en contra de los oficiales yorubas o hausas. El 29 de julio de 1966, los norteños realizaron un contra-golpe, dirigido por el alférez coronel Murtala Mohammed. Esto situó en el poder al alférez coronel Yakubu Gowon. Las tensiones étnicas consecuencia de los sucesivos golpes aumentaron y condujeron, en septiembre de 1966, a las masacres a gran escala de igbos cristianos residentes en el norte musulmán, produciéndose unas 8.000 a 30.000 muertes de igbos.15 El descubrimiento de grandes cantidades de petróleo en el delta del río Níger, con su enorme red de ríos y ciénagas en la punta más al sur del país, entre las regiones del este y sudoeste, llevó a las provincias del sudeste a anexionarse esta región para ser autosuficientes y cada vez más prósperos. Sin embargo, la exclusión del poder de las regiones orientales hizo que muchos temieran que los beneficios obtenidos del petróleo fueran empleados en beneficio de las áreas del norte y suroeste, y no en el sudeste. Todos estos factores llevaron a los igbos a reclamar la secesión.